Hay películas que se recuerdan por su final. Una de ellas es Titanic, la epopeya en la que James Cameron que recreó como nunca antes el hundimiento de un trasatlántico que acabó con la vida de 1500 personas en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, cuando el inolvidable “buque de los sueños” realizaba su viaje inaugural desde Southampton hasta Nueva York.
Leonardo DiCaprio y Kate Winset interpretaron a los dos protagonistas, dos personajes que no existieron en la vida real pero que vivieron una historia de amor que seguimos recordando más de 20 años después y que continúa siendo objeto de múltiples debates. ¿Cabía Jack en la tabla?
Durante los momentos finales de la tragedia del Titanic, Rose DeWitt Bukater (Winslet) sabía lo importante que era aferrarse a ese trozo de madera, y no olvidaría lo que supuso para ella tener que despedirse de Jack Dawson (DiCaprio), que no logró sobrevivir.
Décadas después de que se rodara esa emblemática escena, alguien se ha convertido en el dueño de este pedacito de la historia del cine. Así lo ha revelado The Hollywood Reporter, que ha anunciado que la puerta de madera en la que se subió Rose ha sido subastada por 718.750 dólares.
Ocurrió durante el evento Treasures from Planet Hollywood de Heritage Auctions, en el que se celebró una subasta donde también se presentaron otros artículos que forman parte de algunos de los mayores éxitos de Hollywood.
Entre ellos estaba también el traje negro que llevó Tobey Maguire en Spider-Man 3, que se ha vendido por 125.000 dólares, o el látigo que Harrison Ford empuñó en Indiana Jones y el templo maldito, por 525.000 dólares. Sin embargo, aunque la competencia era abrumadora, la puerta de Titanic fue el artículo más caro de la subasta.
La historia real de ‘Titanic’
Aunque es cierto que ni Jack ni Rose existieron en la vida real, sí que hubo una pareja que aparece en la película y que sí que formó parte del hundimiento real del barco.
Se trata de Isidor e Ida Straus, que fallecieron en el hundimiento del barco que se narra en el largometraje y que además son los protagonistas de una de las escenas más emblemáticas de la película. En ella se muestra a la pareja mientras se abrazan en una cama mientras el agua sigue entrando en el interior del barco.
De hecho, esa no es la única vez que aparecen. En otra secuencia eliminada se confirma la presencia de estos personajes basados en personas reales, donde Ida (Elsa Raven) le dice a su marido (Lew Palter): “Donde tú vayas, iré yo, Isidor”. Aunque no se les nombra directamente, aparecen mencionados en los créditos de la película.
La pareja no tenía previsto subir al Titanic y, de hecho, su embarcación era otra, pero una huelga en el sector del carbón en Inglaterra les obligó a cambiar los planes iniciales.
Además, pudieron salvarse, porque ambos tenían asientos reservados en un bote salvavidas, tanto Ida por ser mujer como Isidor por ser un conocido excongresista y propietario de los grandes almacenes Macy’s.
Sin embargo, ni él no quiso subir hasta que todas las mujeres y niños estuvieran a salvo, ni tampoco quiso hacerlo Ida sin él, por lo que ambos acabaron falleciendo en aquel desastre.